martes, 25 de noviembre de 2014

AL SON DEL TANGO ARGENTINO

Ayer la vi, 
el día aciago se persignaba de las horas
el sol bailaba con la brisa 
un tango de Carlos Gardiel.

Ayer la vi 
frondosa como un árbol de pomarrosa, 
el perfume que abortaba su piel dormida 
volaba, interrumpía, dibujaba agresivo en el viento 
arco iris viajero de incienso aromado. 

Ayer la vi, 
moviendo su cola de pavo real danzante 
desarmando suspiros asfixiados, rotos
haciendo brincar de sobresalto la pasión
los vapores del corazón salado

ayer la vi, 
pasar con sus labios callados
pintados con el brillo de una manzana madura 
andaba en el  ardiente de un día de verano
en cualesquiera instante de la vida

Ayer la vi, 
su cara irradiaba como una aurora boreal
su pelo se mecía besando al vacio
es parecido a lo se mueven mis latidos 
desnudos ante su bella incidencia.

Hoy la veo diariamente 
y bailo tango de Carlos Gardel
en mi lecho y a cualquier hora
con ella...

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