sábado, 6 de diciembre de 2014

EL ORDEN DEL FACTOR NO ALTERA EL PRODUCTO

     Mujer te creo a ciegas, he depositado mi confianza, mi vida y mi querer a tus pies, porque os amo como jamás podía haber amado a fémina alguna en este mundo.

    Sé que mis días se van, están contados y solamente deseo con gran anhelo, fallecer a tu lado, somos una combinación matemática inseparable, estamos combinados como el 2, anudados en un solo cero y enlazados como un 8, siempre vamos juntos de lado a lado como el 11, apasionados como el 69 y de frente a frente como el 57 para no darnos nunca la espalda como el incómodo y bélico 95.

    Un día de alegría llegara nuestro primer fruto de amor, serás el 6 y yo el 7, que es igual al número 67. Después que la cuenta suba de 2+1 y seamos 3 y se sumen más hijos,  estaremos siempre unidos, yo protegiéndote y tu amándome cada día mas y mas.

     Después que pasen los años moriré feliz a tu lado, y cuando ya no existas, yo seré el número antes del cero y si vives muchos días después de mi extinción, quedarán los mejores recuerdos y seguirás siendo mi combinación matemática perfecta: 0 + 1 = 1, porque el orden del factor no altera el producto.
ESA MUJER
Cada vez que pienso en ella me sumerjo en un laberinto de sensaciones que desgarran mis emociones y diluyen mis sentimientos en un océano de ternura indescriptible.

Esa mujer 
me atormenta, me arrastra a su mundo de pasiones desenfrenadas

Esa mujer
absorbe inevitable mi energía y conduce mis temblores por morir soñando con tenerla, a precipitarme con una lluvia de recuerdos que humedecen tierno los días, pensando cuanto he de amarla, meditando profundamente cuándo podré decirle lo que desmenuza mi corazón, hinchado de amor, recibiendo recuerdos que no puedo evitar,  asfixiado de tanto sufrir un sentimiento tan fuerte, hermoso, sublime y ardiente.

Esa mujer que admiro y que domina cada uno de mis antojos, la deseo, la quiero, la llevo enterrada en mi cuerpo como una bala candente, cuya abrasiva quema mi alma, la vida, los deseos, las ansias despiertas, las ganas por poseer una y otra vez hasta fenecer. 

Desearía en este momento abrazarla, sentir el fulgor de su piel en mis manos, decirle que sin ella la existencia no camina, esta invalida para avanzar.


Esa mujer es la vida mia…