El hombre perfecto y la mujer perfecta no existen en este mundo y si los hay es una anomalía impresionante. LA PERFECCIÓN entre varón y hembra es una alternativa que coexiste persistente entre ilusiones efímeras de la mente y conlleva al portador de dicha frecuencia espurrea a sufrir durante toda su vida un conglomerado de frustraciones y de muerte lenta.
La pareja perfecta tampoco existe en este mundo, todos los seres humanos cometen errores imperdonables, sin embargo, si son capaces de comprender y ser comprendidos, la vida por lo menos correrá como las aguas de un río trasparente y de remanso tranquilo. Buscar la pareja ideal conlleva a 70 años de frustración vergonzante, en esa búsqueda inconsolable la vida será un paño de lágrimas mientras se fallece paulatinamente. La existencia no es un carnaval con muchas máscaras, tampoco es felicidad: es llevadera, efímera, agridulce, placentera en ocasiones y buena por momentos, hay que saber disfrutar el tiempo que se marcha inhóspito al máximo y si tenemos pareja por lo menos hay intentar sobrellevar con pasión, amor y mucha paciencia cada carga encomendada en el matrimonio... solo así lograremos triunfar en el amor, lo demás es cuento chino y piñata cubana.
Aunque ustedes no lo crean queridas damas siempre culpan al varón de su desdicha, pero como lo escribir anteriormente, mono no se ve su rabo, si no hasta después que se lo cortan, sienten el dolor en el trasero y se lo muestran. Damas mías, la verdad siempre por delante, en este mundo no hay perfección, si la hubiese NO HABRÍA TANTA IMPERFECCIÓN y la palabra divorcio sería una palabra inexistente en la RAE. El amor es importante en una relación, si no hay compatibilidad, razonamiento, paciencia y la cultura de comprender y ser comprendido todo se ira a la misma miasma...
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